El programa de televisión Jimmy Kimmel Live! ha sido suspendido de manera indefinida en los Estados Unidos luego de que su conductor, el reconocido humorista, realizara comentarios satíricos en su más reciente monólogo acerca del asesinato del activista conservador Charlie Kirk. La medida ha desencadenado un intenso debate entre partidarios de la libertad de expresión y quienes consideran que el contenido sobrepasó los límites del humor.
La decisión fue tomada por Disney, compañía propietaria de ABC, luego de fuertes presiones corporativas y políticas, en un contexto de alta polarización nacional.
Condiciones corporativas para su regreso
El grupo Sinclair, uno de los mayores propietarios de estaciones afiliadas a ABC en el país, fue el primero en retirar el programa de su parrilla de contenidos. A través de un comunicado fechado el 17 de septiembre, la empresa estableció una serie de condiciones indispensables para even considerar el regreso del presentador.
Jason Smith, vicepresidente de Sinclair, declaró: "Las declaraciones del señor Kimmel fueron inapropiadas y profundamente insensibles en un momento crítico para nuestro país". Las exigencias incluyen: un diálogo formal entre ABC y Sinclair acerca del "compromiso con el profesionalismo y la responsabilidad editorial", una disculpa pública y directa de Kimmel dirigida a la familia de Charlie Kirk, y una "donación personal significativa" tanto a los deudos como a Turning Point USA, la organización fundada por el activista.
Adicionalmente, Sinclair anunció que reemplazará el programa en más de 30 mercados locales con un especial en conmemoración de Kirk.
Origen de la controversia
El conflicto estalló el lunes 15 de septiembre, cuando Kimmel dedicó una parte de su monólogo inaugural al asesinato de Kirk, ocurrido días antes durante una conferencia en la Utah Valley University. En su segmento, el humorista criticó a aquellos sectores conservadores que intentaban desvincular al presunto homicida, Tyler Robinson, de su propia ideología política.
"La pandilla MAGA trató desesperadamente de tildar a este muchacho que asesinó a Charlie Kirk de cualquier cosa menos de ser uno de ellos, e intentó todo lo posible por sacar rédito político", expresó Kimmel durante su emisión.
Cabe destacar que, previamente en sus redes sociales, el conductor ya había expresado sus condolencias a la familia Kirk y condenado la violencia armada. No obstante, su tono irónico durante el programa no fue recibido de igual manera, generando una ola de indignación en ciertos sectores políticos y mediáticos.
Presiones políticas y comerciales detrás de la suspensión
De acuerdo con un reportaje de The Hollywood Reporter, la situación se intensificó rápidamente luego de que Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), criticara públicamente a Disney en un podcast y sugiriera un mayor control gubernamental sobre el contenido de las cadenas nacionales, llegando incluso a insinuar la posible revocación de licencias de transmisión.
Ante estas declaraciones, varios propietarios de estaciones afiliadas a ABC contactaron a los directivos de Disney para manifestar su malestar con los comentarios de Kimmel. Al mismo tiempo, anunciantes comenzaron a expresar preocupación ante la reacción del público.
Ejecutivos de Disney sostuvieron varias conversaciones con Kimmel para evaluar una respuesta que calmara los ánimos. Sin embargo, según fuentes cercanas al programa, el humorista defendía sus declaraciones y consideraba que estaban siendo tergiversadas intencionadamente. Una fuente citada por THR indicó que lo que Kimmel planeaba decir "iba a avivar las llamas entre los partidarios MAGA".
El miércoles 17 de septiembre, con 66 de las 200 afiliadas habiendo confirmado que no transmitirían el programa esa noche, el CEO Bob Iger y Dana Walden, presidenta de televisión de Disney, decidieron suspender Jimmy Kimmel Live! indefinidamente.
Firmeza del humorista ante la presión
Kimmel fue notificado de la decisión minutos antes de que comenzara la grabación de su programa ese mismo día. Según testigos, el ambiente dentro de Disney era "muy duro, muy pesado".
Personas allegadas al presentador afirmaron que él no tenía intención de disculparse públicamente, argumentando que su comentario había sido sacado de contexto y que ceder ante las exigencias equivaldría a someterse a una presión política injusta. Hasta el momento, Jimmy Kimmel no se ha pronunciado públicamente sobre la suspensión de su programa.
La medida ha levantado voces de apoyo hacia el comediantes por parte de varios comunicadores y colegas, quienes ven en esta suspensión un acto de censura y un peligroso precedente para la libertad de expresión y el humor crítico en Estados Unidos.