
Luca Sinigaglia, un alpinista experimentado, en una imagen reciente.
El mundo del alpinismo llora con el corazón destrozado la pérdida de Luca Sinigaglia, un valiente montañista italiano de 49 años, cuyo último aliento lo dio en el lugar más inhóspito de la Tierra mientras intentaba salvar a su compañera atrapada. La imponente y despiadada montaña Pico Pobeda en Kirguistán, conocida también como Pico Victoria, se cobró dos vidas en una tragedia que conmovió al mundo.
Todo comenzó el 12 de agosto, cuando Natalia Nagovitsyna, experimentada alpinista rusa de 47 años que estaba a solo un paso de conquistar el codiciado título de 'Leopardo de las Nieves', sufrió una fractura durante el descenso a más de 7.000 metros de altura. Atrapada en la llamada "zona de la muerte", donde el oxígeno escasea y el frío está por debajo de los -20°C, sus compañeros Luca Sinigaglia, Roman Mokrinsky y Gunter Siegmund iniciaron una desesperada carrera contra el tiempo.

Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa que quedó atrapada.
En un acto de heroísmo que terminaría costándole la vida, Sinigaglia se negó a abandonar a su amiga. Juntos habían compartido ya una tragedia anterior: en 2021, durante otra expedición, el esposo de Natalia había muerto de un derrame cerebral a escasos 20 kilómetros de donde ahora ella yacía inmóvil.
El 15 de agosto, durante su segundo intento de rescate, el infierno blanco mostró su otra cara. Sinigaglia, luchando contra temperaturas de -20°C, perdió un guante y comenzó a sufrir congelaciones severas. La altitud extrema, combinada con el agotamiento físico extremo, desencadenó un edema cerebral que progresó rápidamente. En sus últimos momentos, desorientado y combatiendo una hipotermia brutal, el corazón del italiano se detuvo para siempre. Su cuerpo quedó abandonado a 6.800 metros de altura, en una cueva de hielo que se convirtió en su tumba glacial.

Imagen de los intentos de rescate en el Pico Pobeda.
Los posteriores intentos de rescate se transformaron en una pesadilla logística. El 16 de agosto, un helicóptero militar Mi-8 con seis valientes rescatistas se vio obligado a un aterrizaje de emergencia a 4.900 metros, resultando heridos el piloto y varios tripulantes. La montaña, implacable, parecía decidida a no soltar a sus víctimas.

Una vista impresionante del Pico Pobeda, el lugar de la tragedia.
Para el 27 de agosto, cuando un dron sobrevoló la zona por última vez, ya era demasiado tarde. Las autoridades de Kirguistán, declararon a Natalia Nagovitsyna oficialmente desaparecida y dieron por terminada la búsqueda. Su cuerpo, al igual que el de su salvador, permanecerá prisionero del hielo hasta probablemente 2026, cuando las condiciones permitan su recuperación.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakhkarova, declaró: "Luca Sinigaglia ha demostrado las verdaderas cualidades y valores del pueblo italiano". Su sacrificio final, en el techo del mundo, se convierte en un testimonio eterno del coraje humano frente a la fuerza brutal de la naturaleza, y un recordatorio sombrío de que algunas montañas cobran un precio demasiado alto incluso para los más valientes.